Sabes, David fue escogido por Dios y fue amado por Dios
porque fue un hombre quebrantado de corazón y enseñó la sumisión no la autoridad, los sufrimientos le ayudaron a ser
humilde, a él si lo destituían del trono no le afectaba pues él aprendió que el
ser humano tiene que aceptar cada una de las etapas de su vida y entender que
la fuerza va minando y debes dar lugar a otros para que hagan las cosas que tú
ya no puedes hacer, pero sería bueno que él que ocupe tu lugar lo haga de una
manera digna y continúe los propósitos originales, como David estuvo preparado
a las señales de cambio pues él supo que su arma principal era la sabiduría de
Dios. Por eso Dios quiere que adquieras conocimiento y pases esta riqueza a tus
descendientes.
Así pues, el rey David era muy anciano, y aunque lo cubrían
con muchas cobijas, no se le quitaba el frío, entonces sus ayudantes le
dijeron, debemos traer a una muchacha soltera para que sirva y cuide al rey,
que duerma en la misma cama, para que le dé calor. Buscaron entonces en todo
Israel una muchacha joven y hermosa, y en el pueblo de Sunem encontraron una
que se llamaba Abisag, esta muchacha cuidaba al rey y lo servía, pero aunque
era muy bonita, nunca tuvo relaciones sexuales con él.
Luego, Adonías, el hijo que David había tenido con Haguit, era un
joven bien parecido, había nacido poco después que su hermano Absalón, David
nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué hacía esto o
aquello, pero ni el sacerdote Sadoc ni Benaías hijo de Joiadá, ni el profeta
Natán ni Simí, hombre en quien el rey confiaba, ni los mejores soldados de
David, apoyaban a Adonías. Un día, Adonías preparó una fiesta e invitó a todos
sus hermanos, los hijos del rey David, la fiesta se celebró junto a la piedra
de Zohélet, que está cerca del manantial de Roguel, para el banquete mandó a
matar ovejas y toros, y también los terneros más gordos, Adonías no invitó a su
hermano Salomón ni al profeta Natán, ni a Benaías ni a los soldados de David.
Entonces Natán le dijo a Betsabé, la madre de Salomón, ¿ya
te enteraste? Adonías se ha nombrado rey, y nuestro señor David ni siquiera lo
sabe, voy a darte un consejo que puede salvar tu vida y la de tu hijo Salomón,
tienes que ir a ver al rey David y decirle, Su Majestad había jurado que mi
hijo Salomón reinaría después de usted, ¿por qué, entonces, está reinando
Adonías? Y mientras tú estés hablando con el rey, yo entraré y te apoyaré,
Betsabé fue a ver al rey a su habitación, el rey ya era muy anciano, Betsabé se
inclinó delante del rey en señal de respeto, el rey le preguntó, ¿qué deseas?,
ella le contestó Todo el pueblo está esperando que su Majestad diga quién va a
reinar después de usted, si su Majestad muere sin anunciar quien reinará,
Adonías nos matará a mí y a mi hijo Salomón, mientras Betsabé estaba hablando
con el rey, llegó el profeta Natány le preguntó, Majestad, ¿ha nombrado usted
rey a Adonías sin avisarnos nada de esto?
El rey David pidió que llamaran a Betsabé, ella entró y se
quedó de pie ante el rey, entonces David le dijo, juro por Dios que me ha librado
de todos los problemas, que lo que te juré por el Dios de Israel, lo voy a
cumplir hoy mismo, tu hijo Salomón reinará después de mí, entonces Betsabé se
inclinó delante del rey hasta tocar el suelo con la frente y dijo, ¡Que viva
para siempre mi señor, el rey David! Después el rey David ordenó que llamaran
al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías y, cuando estos llegaron, el
rey les dijo: quiero que mi hijo Salomón se suba a mi mula y que lo lleven a
Guihón y deben derramar aceite sobre la cabeza de Salomón para nombrarlo rey de
Israel, después tocaran la trompeta y gritarán, ¡Viva el rey Salomón!, luego
acompañarán a Salomón hasta mi trono, porque él va reinar en mi lugar, he
elegido a Salomón para que gobierne sobre Israel y Judá. Después de esto, todos
marcharon detrás de Salomón, tocando flautas, estaban tan contentos que parecía
que la tierra iba a partirse por el ruido que hacían.
Entonces todos los invitados de Adonías se asustaron, y cada
uno se fue huyendo, Adonías , por su parte, tuvo miedo de Salomón, y fue a
refugiarse al santuario, y allí se agarró de los cuernos del altar, alguien le
informó a Salomón, ¡Majestad! Adonías tiene miedo de usted, y se ha refugiado
en el santuario, ha suplicado que usted jure no matarlo, Salomón contestó, si
él se comporta bien, no le va a pasar nada, no le tocaré ni un pelo, pero si
actúa con maldad, te aseguro que morirá.
Cuando le faltaba poco para morir, David le encargó a su
hijo Salomón lo siguiente, tarde o temprano, la muerte nos llega a todos, y a
mí me falta poco para morir, sé valiente y compórtate como hombre, obedece
todos los mandamientos de nuestro Dios, y todas las leyes que nos dio por medio
de Moisés, si haces esto, te va a ir bien en todo lo que hagas y en cualquier
lugar a donde vayas. Dios prometió que el trono de Israel será siempre ocupado
por mis descendientes, si ellos se portan bien y le son completamente fieles.
David murió y lo enterraron junto a la tumba de sus antepasados,
en la ciudad que llevaba su nombre, fue rey de Israel durante cuarenta años,
después de él reinó Salomón quién logró hacer de Israel una nación muy
poderosa.
Como puedes ver, para ser humilde es todo un proceso,
pruebas que cada persona debe vencer y que apegado a la Palabra Dios te da la
sabiduría que necesitas en ese momento, que tu vida personal no estorbe en tu
caminar con Dios, aceptar las diferentes etapas de la vida porque todo está
sujeto a cambios, es bueno enseñar a otros y delegar para seguir avanzando y
poder experimentar cosas nuevas que te ayudarán a crecer más en tu vida.
Con Alta Estima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario