viernes, 5 de julio de 2013

La rebelión...


Sabes, la rebelión es como arruinar los planes de Dios, el propósito que él tiene para tu vida, pues el deseo de Dios, es que confíes en su amor, en la sabiduría que te da su Palabra  y te da libre albedrío para que tu tomes la decisión correcta, la libertad de elegir, el bien o el mal. Por lo que es necesario reflexiones y tengas cuidado con tus actitudes como el orgullo, el centrarte en tu egoísmo, pues te llevan a cortar los lazo con Dios, lo que significa muerte e infierno, pero Dios es tan misericordioso que no va a permitir que la rebelión continúe permanentemente, pues sería muerte eterna y sin Dios.

Así pues, cuando los israelitas todavía vivían en el desierto, encontraron a un hombre juntando leña en sábado. Entonces lo llevaron delante de Moisés y de Aarón y de todo el pueblo, pero no sabían qué hacer con él y Dios les ordenó que lo sacaran del campamento y lo apedrearan hasta matarlo. Después Dios le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas que ellos y sus descendientes tenían que ponerse en el borde de su ropa cordones de cordón violeta, así cuando los vean recordarán que tienen que obedecer, que no seguirán sus propios deseos ni los pensamientos que los lleven a alejarse de Dios y así recordarán que deben hacer todo lo que les digo.

Luego, de  los descendientes de la tribu de Leví, ninguno quería que Moisés  fuera su jefe, Coré y un grupo fueron a decirle, que ya estaban hartos de que se creyeran los jefes de todos. Coré era un levita de la familia de Quehat, y su padre se llamaba Ishar y él tenía tres amigos de la tribu de Rubén,  Datam y Abiram, hijos de Eliab y On, hijo de Pelet y ninguno de ellos querían que Moisés fuera su jefe. Moisés  dijo que hablaría con Dios, y Dios le dijo, diles a los israelitas que se alejen de las tiendas de campaña donde estén los tres amigos, y Moisés les dijo al pueblo, verán que yo sólo sigo órdenes de Dios y no actúo por mi propia cuenta, pero si Dios hace algo extraordinario y se abre la tierra y se los traga vivos, no habrá duda de que ellos se rebelaron contra Dios, y la tierra se abrió y se tragó a todos los que habían seguido a Coré. Y, enseguida, Dios envió un fuego, y los doscientos cincuenta descendientes de Leví, murieron quemados.

Al día siguiente, todo el pueblo se reunió y empezó a acusar a Moisés y Aaron, de que por culpa de ellos se estaba muriendo el pueblo de Dios, y ellos entraron al santuario y la nube los cubrió y Dios le dijo a Moisés aléjense de toda esa gente porque los destruiré, y Aaron fue con la gente que todavía estaba viva, porque vio que Dios los estaba castigando y empezó a quemar incienso y a pedirle a Dios que los perdonara y así detuvo el castigo de Dios. Murieron cerca de catorce mil setecientos personas, sin contar los que habían muerto junto con Coré. Aquí puedes ver que en el ser humano a veces la maldad, la envidia lo hace desobedecer a la autoridad, pues piensa que el sometimiento en obediencia, lo hace sentir inferior, más sería bueno aprender a diferenciar que obediencia a Dios es obedecer a toda autoridad y así demuestras tu fidelidad a El.

Entonces, Dios le ordenó a Moisés que les dijera a cada jefe de tribu que llevará una vara, con su nombre escrito en ella, serían doce varas y en la de Leví, escribirían el nombre de Aaron, llévalas al santuario y ponlas en el cofre del pacto, yo haré que una de las varas florezca y él será el elegido para guiar al pueblo. Al día siguiente, cuando Moisés entró al Santuario, vio  que la vara de Aaron había retoñado y hasta tenía flores y almendras maduras y pidió Dios que la vara de Aaron la pusieran en el cofre del pacto y allí quedara guardada, y les sirviera de advertencia a los rebeldes para que dejaran de protestar, pues si obedecen no morirán. Asimismo, Dios escoge la vara  del que sería el guía espiritual para su pueblo elegido,  con lo que ordena la restauración del sacerdocio levita, así en la vida El elige a cada persona para un propósito.

Después el pueblo israelita llegó  a Cades y allí se quedaron algún tiempo y allí murió María y fue enterrada, pero en ese lugar no había agua y el pueblo se reunió para hablar mal de Moisés y Aaron y les reclamaban, nos trajiste al desierto sólo para morir, no podemos sembrar nada y no tenemos ni agua para beber, y Dios le dijo a Moisés, que tomara su vara y que Aaron reuniera a todo el pueblo y ordenara a la roca que les dé agua y beberán todos. Y Moisés les dijo, oigánme rebeldes, acaso quieren que saquemos agua de esta roca para que ustedes beban? Y mientras decía esto, golpeó la roca y salió tanta agua que todos bebieron. Pero Dios les dijo a Moisés y a Aaron, ustedes no creyeron en mí, ni me honraron delante de los israelitas, por eso no entrarán al territorio que les voy a dar, esto sucedió en Meribá,  nombre que significa la queja.

Aquí puedes ver que Moisés desobedeció a Dios pues le ordenó que le hablara a la roca para que saliera agua, y al contrario, el tomó la vara y golpeó dos veces la roca, además de que llamó al pueblo rebelde y les dijo que quieren que hagamos, es decir,  les dio a entender al pueblo que lo que hacía por ellos era bajo sus fuerzas, no honró ni respetó la Palabra de Dios.

Sería bueno, que tu actitud hacia lo que hagas sea determinante pues es para agradar a Dios, ya que El no se olvida de lo que tú le ofreces, de lo que tú le sirves en esta tierra. Recuerda que  El es un Dios Santo.


Con Alta Estima,

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