viernes, 19 de julio de 2013

Los jueces...

Los jueces, procedían de diferentes clases sociales pero tenían dos cosas en común, eran escogidos por Dios y dirigidos por el espíritu de Dios, esta época es una época oscura del pueblo de Israel, fue de derrotas, que no hubo  paz ni seguridad, dejaron de adorar a Dios , los mandamientos no los cumplieron, por eso Dios se enfureció contra ellos y dijo, este pueblo no ha cumplido con el trato, han desobedecido, y permitieron que sus hijos y sus hijas se casaran con gente de esos pueblos, que adoraran a sus dioses, así que ya no voy a echar ninguno de los pueblos que todavía quedan en el territorio desde que Josué murió.

Sabes, con las actitudes negativas el ser humano hace lo malo, se deteriora su vida interior y lo que Dios quiere hacer es sacarte de la esclavitud y de las ataduras, pasar por pruebas pero que si estás apegado a la Palabra de Dios, las superarás, de forma que tu esencia como persona fluya y muestre lo que el espíritu Santo está haciendo en ti.

Así pues, hubieron muchos jueces, entre otros, Otoniel, pues los israelitas se olvidaron de Dios y pecaron contra él, por eso Dios se enojó y permitió que los conquistaría Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, después de ocho años de esclavitud, los israelitas suplicaron a Dios que los salvara, y él les puso por jefe a Otoniel, sobrino de Caleb, y el espíritu de Dios actuó sobre Otoniel, y éste guió a los israelitas, así Dios ayudó a Otoniel a derrotar a sus enemigos, después de esto hubo cuarenta años de paz en la región, hasta que murió Otoniel.

Otro fue Ehud, que como los israelitas volvieron a pecar contra Dios, él le dio a Eglón, rey de Moab, más poder que a los israelitas, después de dieciocho años de esclavitud, los israeitas le suplicaron a Dios que los salvara, y él les envió a Ehud hijo de Guerá, que era de la tribu de Benjamín y era quien llevaba a Eglón los impuestos que los israelitas debían pagarle, Ehud hizo una espada de doble filo, de unos cincuenta centímetros de largo y como era impedido de la mano derecha, se la puso del lado derecho, cubriéndola bajo sus ropas y mató al rey Eglón y con la ayuda de Dios vencieron a los moabitas, ninguno pudo escapar, después de eso hubo en el territorio ochenta años de paz.

Así también Samgar, fue el siguiente jefe, hijo de Anat, quien tomó un palo con punta de hierro y mató a seiscientos filisteos, de esta manera salvó al pueblo de Israel.

Luego, Débora y Barac, después de la muerte de Ehud, los israelitas volvieron a pecar contra Dios, por eso él permitió que los venciera Jabín, un rey cananeo que gobernaba en la ciudad de Haróset-goim, Jabín tenía novecientos carros de hierro, y durante veinte años trató a los israelitas con crueldad y violencia, hasta que ellos le suplicaron a Dios que los salvara. La profetisa Débora mandó a llamar a Barac, hijo de Abinóam, que vivía en Quedes, un pueblo de la tribu de Neftalí y le dijo, que el Dios verdadero le ordenaba reunir en el monte Tabor a diez mil hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón y hará que Sísara el jefe del ejército de Jabín, vaya al arroyo Quisón para atacarle con su soldados y sus carros, pero Dios les dará la victoria, Barac, le respondió iré si tú me acompañas, entonces Débora dijo, está bien, te acompañaré, pero quiero que sepas que no serás tú quien mate a Sísara, Dios le dará ese honor a una mujer. Cuando Barac, y sus hombres atacaron, Dios causó confusión entre los carros y los soldados de Sísara, que hasta el mismo Sísara se bajó de su carro y huyó a pie, hasta la carpa de Jael, la esposa de Héber, porque el rey Jabín era amigo de la familia de Héber, él entró en la carpa y ella lo escondió detrás de una cortina, como Sísara tenía mucha sed, le pidió a Jael que le diera agua y esta le dio leche y estaba tan cansado que se quedó profundamente dormido, entonces Jael tomó un martillo y una estaca y sin hacer ruido se acercó donde estaba Sísara , allí le atravesó la cabeza con la estaca, así murió Sísara, de esta manera Dios les dio la victoria a los israelitas, que atacaron al rey Jabín hasta destruirlo y Débora y Barac cantaron una canción.

Por lo que puedes ver que Dios enseña al ser humano a no juzgar, por lo que establece los jueces que juzgarán, más bien cada persona debe estar llenar de amor para que el ambiente sea agradable en tu casa, trabajo, en la iglesia, pues los jueces o magistrados designados por Dios, como servidores de Dios, ellos vengarán al que hace lo malo.

Así pues es importante que pongas tu confianza en Dios y con arrepentimiento verdadero para que puedas pasar ese juicio para ir al Reino de Dios y vivir en la luz.


Con Alta Estima,

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