jueves, 11 de julio de 2013

La justicia...

Sabes, un juez es una persona que administra justicia, se caracteriza porque resuelve una controversia, pues tiene autoridad para juzgar y sentenciar en un tribunal.  Sería bueno reconocer en la actualidad, que en  cuanto a moralidad, la humanidad no ha progresado, más bien parece que ha retrocedido, sigue existiendo el individualismo egoísta que busca el beneficio propio sin reparar en que medios se emplean para lograrlo, aunque este individualismo va de la mano de una autoafirmación inmadura de la persona y maneja un concepto de libertad equivocada pues la norma de conducta  no es guiada por la Palabra de Dios sino más bien por el criterio propio de cada quien, que pretende vivir con todos los derechos y con pocas obligaciones dominado por un exceso  de permisividad, que de ahí se derivan algunas anomalías sociales como rupturas en el matrimonio, la lucha de todos contra todos para alcanzar una nueva posición en la sociedad, donde prevalece la ley del más fuerte, en la que el hombre trata de imponer sus propias normas y menosprecia las leyes de Dios.

Así pues, Moisés continuó diciendo al pueblo, Dios les dará ciudades a cada tribu, y en cada ciudad se nombrarán jueces y autoridades, que deberán tratar a todos por igual, gobernarán y juzgarán al pueblo con honestidad, y no aceptarán ninguna clase de soborno. Los sobornos hacen que una persona sabia y sincera se vuelva injusta. Traten siempre a todos con justicia, así disfrutarán de la vida y tomarán posesión del país que Dios les dará.

Así también Moisés le dijo al pueblo, que Dios les dará ciudades donde puedan vivir, pero tal vez haya quienes comiencen a adorar dioses falsos, si adoran al sol, a la luna o a las estrellas, estarán desobedeciendo a Dios y rompiendo el pacto que hicieron con él, cuando sepan que alguno de ustedes está haciendo eso, antes que nada investiguen si es verdad, y si realmente está cometiendo un pecado tan terrible, lleven a esa persona ante el tribunal de la ciudad que deberá condenarla de morir apedreada. Ahora bien, un solo testigo no basta para condenar a muerte a una persona, sólo podrán hacerlo si hay dos o tres testigos de la falta cometida, si la persona es culpable los primeros en arrojarle piedras serán los testigos, luego la apedreará todo el pueblo, así lograrán que no haya maldad entre ustedes.

En casos más difíciles, como cuando alguien mata a otro, o cuando en un gran pleito hay heridos, tendrán que ir al Santuario y hablarán con los sacerdotes y con quien en ese momento sea el juez, y les explicará lo sucedido, ellos decidirán que hacer con el culpable, ustedes seguirán fielmente las instrucciones que den ellos para castigarlo, si alguno de ustedes, por orgullo se niega a aceptar la decisión del juez o del sacerdote, que son servidores de Dios, será condenado a muerte, si obedecen estos mandamientos no habrá maldad en Israel porque el pueblo tendrá miedo y entenderá que no debe ser orgulloso.

También Moisés continuó diciendo, cuando vayan a la guerra, no tengan miedo, hagan a un lado la cobardía y sean valientes, pues Dios peleará por ustedes y dará la victoria. Cuando ya estén cerca de la ciudad que vayan a atacar, procuren primero negociar la paz, si los habitantes de la ciudad aceptan el trato y los dejan entrar, ellos serán sus esclavos, pero si no lo aceptan ustedes rodearán la ciudad y los atacarán, cuando Dios les haya dado la victoria sobre ellos ningún hombre estos pueblos que ataquen y que estén lejos de su territorio, quedará con vida, pues de lo contrario les enseñarán a adorar a otros dioses y esto sería un grave pecado contra Dios.

Ahora bien, cuando ataquen una ciudad durante mucho tiempo, y para vencerla tengan que cortar árboles corten sólo árboles que no den fruta. No derriben los árboles frutales, pues la fruta les servirá de alimento. Además, los árboles son plantas indefensas y no hombres que puedan defenderse.

Como puedes ver, Dios dio muchas instrucciones para que el ser humano las obedezca, pero también es necesario que cuando haya una autoridad, como un juez, para que imparta justicia debe ser una persona fuerte con criterios éticos claros para que no se sienta voluble e intimidado y ceda ante las presiones de la gente y, no actúe con honestidad. Es importante, que cada persona tenga una autoafirmación, que sea decido y preciso en lo que quiere, que actúe de forma correcta y congruente con lo que piensa, dice y hace, para que puedas vivir de acuerdo a sus valores y principios, apegado a la Palabra y deje a un lado  lo que los demás opinen.


Con Alta Estima,

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