Dios le dio este mensaje a Isaías, y él se lo comunicó al
pueblo: ¡Miren! Dios se acerca a Egipto, cabalgando en una nube veloz. Ante él
tiemblan los dioses de Egipto, y el pueblo egipcio se llena de miedo.
Dios dice: Haré que los egipcios se peleen unos con otros;
el amigo contra su amigo, una ciudad contra otra, un reino contra otro reino:
Haré que se vuelvan locos, y que fracasen sus planes. Entonces buscarán a los
dioses, a los brujos y adivinos, y a los espíritus de los muertos, y les
preguntarán qué hacer.
Yo haré que un rey cruel y malvado gobierne sobre Egipto. Yo
soy el Dios todopoderoso, y les juro que así será. Egipto se quedará sin agua,
y se marchitarán las cañas y los juncos. El río Nilo se quedará seco, y sus
canales despedirán mal olor. Los campos sembrados a orillas del Nilo se echarán
a perder. Todos los pescadores del Nilo se pondrán tristes y llorarán. Los que
tejen lino, los que fabrican telas y todos los artesanos se asustarán y no
sabrán qué hacer.
¡Ustedes, jefes de la ciudad de Soan, que son los consejeros
más sabios de Egipto, en realidad son unos tontos! ¿De qué le sirve al rey de
Egipto que ustedes sean hijos de sabios y reyes? Pobre de ti, rey de Egipto; te
has quedado sin consejeros. Nadie podrá decirte ahora los planes que el Dios
todopoderoso tiene preparados contra tu pueblo. Los jefes de Soan son unos
tontos, los jefes de Menfis se dejaron engañar y los jefes de las provincias
hicieron que Egipto se equivocara.
Dios ha confundido a sus consejeros porque son unos
malvados. Egipto se tambalea como borracho, y nadie podrá ayudarlo.
Los egipcios se llenarán de miedo cuando vean que el Dios
todopoderoso se prepara para castigarlo. Los egipcios tendrán miedo de la gente
de Judá; con sólo acordarse de ellos se llenarán de espanto, porque los planes
que el Dios todopoderoso tiene contra Egipto son terribles.
Dios castigará a los egipcios, pero después ellos se
arrepentirán de su maldad. Entonces Dios les tendrá compasión y los perdonará.
Cuando llegue ese momento, cinco de las ciudades de Egipto hablarán el idioma
de los israelitas y jurarán ser fieles a Dios todopoderoso. Una de esas
ciudades se llamará “Ciudad del Sol”.
También habrá en Egipto un altar dedicado
a Dios, y cerca de su frontera se levantará un monumento en su honor. Ese
monumento servirá de señal de que en Egipto se adora al Dios todopoderoso.
Cuando los egipcios le pidan a Dios que los libere de sus enemigos, él les
enviará un libertador para que los defienda y los salve. Así, Dios hará que los
egipcios lo reconozcan y obedezcan, y ellos le presentarán ofrendas y regalos;
le harán promesas y se las cumplirán.
En ese tiempo habrá un camino entre Egipto y Asiria. Los
egipcios irán a Asiria, y los asirios a Egipto, y ambos pueblos adorarán a
Dios. Israel, Egipto y Asiria vivirán en paz. Israel será una bendición para
todos los pueblos de la tierra. Y el Dios todopoderoso los bendecirá diciendo:
Bendigo a Egipto, pues me pertenece. Bendigo a Asiria, pues la hice con mis
manos. Bendigo a Israel, pues es mi pueblo escogido.
Por lo tanto, el hombre debe visualizar el poder de Dios, y así
evitar caer en creencias vanas, prácticas de hechicería, idolatría, cosas abominables
para Dios, por eso es prioritario que el ser humano esté apegado a la Palabra
de Dios y confíe en El como el Dios verdadero para que no se aparte del camino
correcto. No obstante, el hombre debe apresurarse a buscar a Dios y pedir su
dirección, no esperar que Dios agite su mano, sino al contrario, clamar a El en
toda circunstancia para poder vencer con disciplina la adversidad pues ya es
tiempo que el hombre se vuelva a El, que le conozca y honre, y entonces recibirá
bendiciones del Dios todopoderoso.
Con Alta Estima,
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