Mensaje de Dios contra Damasco: La ciudad de Damasco dejará
de existir; quedará hecha un montón de minas. Será abandonada para siempre; en
sus ruinas comerán los animales, sin que nadie los moleste. Todo el reino de
Siria dejará de existir, al igual que la ciudad de Damasco; además las ciudades
del norte, que son el orgullo de Israel, se quedarán sin murallas. Yo soy el
Dios todopoderoso, y juro que así será.
Dios continuó diciendo: Cuando Siria sea destruida, también
el gran pueblo de Israel se quedará sin fuerzas y perderá todas sus riquezas.
Israel será arrasada; quedará como un campo de trigo después de la cosecha. Los
pocos que queden con vida serán como esas espigas que quedan tiradas en el
campo, o como las pocas aceitunas que quedan en la punta del árbol después de
sacudirlo. Yo soy el Dios de Israel, y juro que así será.
En ese día, los israelitas se arrepentirán y volverán a
confiar en su creador, el Dios santo de Israel. No volverán a ofrecer
sacrificios al dios Baal, ni a adorar a las estatuas de la diosa Astarté, las
cuales hicieron con sus propias manos. En ese día, las ciudades fortificadas de
Israel quedarán abandonadas y desiertas, tal como quedaron las ciudades que
Israel conquistó en Canaán.
Ustedes, israelitas se olvidaron de Dios, que es protector y
salvador. Ahora siembran hermosos huertos en honor de otros dioses. Se dedican
a cuidar las plantas y al día siguiente brota la semilla. Pero llegará el día
en que sufrirán, y esa cosecha no les servirá de nada. Oigan a los muchos
ejércitos enemigos; ¡rugen más que un mar embravecido! Por la noche causan
terror, pero al amanecer desaparecen. En cuanto Dios los reprende, salen
corriendo y se van muy lejos. ¡Son como la paja que se lleva el viento, como la
hierba que arrastra el huracán! ¡así acabarán las naciones que han robado a
Israel y lo han dejado en la ruina!
Por lo tanto, el hombre debe volverse a Dios, buscarlo para andar
en el camino recto y cultivar una relación íntima con El, una comunión
diaria con Jesús, reflexionar y corregir aquellas acciones que lo llevaron actuar
a la ligera y que con su decisión no
beneficiaron a otros sino que mostraron una vez más que todavía el hombre se
deja llevar por su egoísmo, siendo necesario que el hombre esté apegado a la
Palabra de Dios para que supere las pruebas pues en todo momento podrá invocar al todopoderoso para luchar y
vencer la maldad, pero sabes, conociendo la superfluidad del mundo y pueda apartarse de tanta idolatría es imprescindible que el ser humano evite la
vanagloria y más bien demuestre con sencillez de corazón su amor en adoración y servicio al Creador.
Con Alta Estima,
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