Sabes, la construcción del templo Dios la designó al rey
Salomón quien en obediencia a Dios inició los preparativos para iniciar la
construcción de templo, asimismo, cada persona debe tener obediencia a Dios y
es prioridad dar inicio a construir el templo de Dios en cada corazón, dar un
tiempo a Dios, que las actividades cotidianas reflejen un cambio y te motive a
construir tu templo espiritual para agradar a Dios.
Así pues, Hiram era el rey de Tiro, había sido un buen amigo de David, por eso,
cuando se enteró de que Salomón había sido elegido rey, en lugar de David, envió a sus embajadores.
Entonces, Salomón le mando este mensaje a Hiram, Tú sabes que mi padre no pudo
construir un templo para adorar a nuestro Dios, porque había estado en muchas
guerras, hasta que Dios venció a sus enemigos. Pero ahora, gracias a mi Dios,
estamos en paz en todo el reino, ya no tenemos enemigos ni grandes problemas.
Por eso he decidido construir un templo para adorar a mi
Dios, El ya le había dicho a mi padre que yo sería el siguiente rey, y que
edificaría un templo para adorarlo. Como ninguno de nosotros sabe trabajar la
madera tan bien como la gente de tu país, te pido que mandes cortar cedros de
las montañas del Líbano para construir el templo, mis ayudantes trabajarán con
los tuyos, luego yo les pagaré a tus trabajadores el sueldo que tú señales.
Cuando Hiram escuchó el pedido de Salomón, se puso muy contento y dijo,
¡Bendito seas Dios de Israel, porque le diste a David un hijo tan sabio para
gobernar esa gran nación. Después Hiram le mandó decir a Salomón, he recibido
tu mensaje y estoy dispuesto a ayudarte con la madera de cedro y de pino. Mis
ayudantes la bajarán de las montañas hasta el mar, y la transportarán en forma
de balsa hasta donde tú digas. Allí se desatarán las balsas y tú recibirás la
madera, lo que te pido a cambio es que tú me proveas los alimentos que necesito
para mi palacio. Cada año le entregaba cuatro millones cuatrocientos mil kilos
de trigo y cuatro mil cuatrocientos litros de aceite puro de oliva. Dios
cumplió su promesa y le dio mucha sabiduría a Salomón, Hiram y Salomón hicieron
un pacto, y siempre hubo paz entre ellos.
En el cuarto año de su reinado en Israel, Salomón ordenó que
se comenzara a construir el templo de Dios y se terminó en el año once, el
templo tenía veintisiete metros de largo, nueve de ancho, y trece y medio de
alto, las piedras que se usaron para construir el templo fueron preparadas de
antemano, de esta manera no se escuchó en el edificio el ruido de martillos,
hachas u otras herramientas, cuando Salomón terminó de construir el templo,
cubrió el techo con los tablones y lo decoró con madera de cedro. Los salones
que construyó alrededor del templo tenían una altura de dos metros y
veinticinco centímetros, estos salones quedaban unidos al muro del templo por
medio de vigas de cedro.
Entonces Dios le dijo a Salomón, ahora que has comenzado a
construir este templo, quiero recordarte que si obedeces todos mis
mandamientos, yo cumpliré lo que prometí a tu padre David y te ayudaré, viviré
entre mi pueblo Israel y nunca los
abandonaré. Salomón terminó de construir el templo, cubrió las paredes de
adentro con tablas de madera de cedro talladas con flores, frutos, palmeras y
querubines, y luego los recubrió de oro puro, no se veía ninguna piedra,
también en las paredes de afuera se tallaron las mismas figuras, el piso lo
cubrió con madera de pino y después con oro, tanto el piso de los salones
inferiores como el de los de afuera.
Salomón preparó el Lugar Santísimo en la parte de atrás del
edificio, para colocar allí el cofre del pacto de Dios. El Lugar Santísimo era
una sala que medía nueve metros de alto por nueve de ancho, también le puso tablas
de cedro y luego las recubrió de oro puro, tenía dos puertas de entrada hechas
de madera de olivo y talladas con figuras de querubines, palmeras y flores,
recubrieron todas esta figuras con oro, la parte superior de las puertas
formaba un triángulo, el lugar Santo estaba frente al Lugar Santísimo, y medía
dieciocho metros de largo.
Entonces, el rey Salomón mandó a llamar a Hiram, que vivía
en la ciudad de Tiro, era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, su padre
era de Tiro y le había enseñado a trabajar el bronce, así que Hiram era muy
hábil y capaz, hizo dos columnas que medían ocho metros de alto y cinco metros
y medio de circunferencia. También preparó en bronce el adorno de la parte
superior de cada columna, este adorno tenía forma de lirio, y medía dos metros
y veinticinco centímetros de alto, estaba decorado con figuras en forma de
cadena. Después Hiram fabricó un enorme tanque para el agua, era redondo y de
un borde al otro medía cuatro metro, su altura era de dos metros y veinticinco
centímetros, decoró todo el borde con dos enredaderas llenas de frutos. En el
tanque cabían cuarenta y cuatro mil litros de agua. Hiram hizo también diez
bases de bronce, en las cuatro esquinas de la base había cuatro agarraderas de
bronce decoradas con adornos florales, que servían para moverla, estas
agarraderas y la base formaban una sola pieza, y lo puso en la esquina sureste
del edificio. Los utensilios de bronce los hicieron en moldes de arena, en la
región del Jordán, entre Sucot y Saretán.
Salomón tardó veinte años en construir el templo de Dios y
su palacio, cuando terminó la construcción, Salomón le entregó a Hiram veinte
ciudades de la región de Galilea, pero cuando Hiram fue a ver las ciudades, no
le gustaron así que reclamó, pensé que eras mi amigo, esas ciudades que me
diste no valen nada, por eso las llamó Cabul, que significa como nada y es el
nombre que tienen hasta el momento. Después que terminó la construcción del
templo, Salomón ofrecía sacrificios de animales y ofrendas de paz en el altar
que había edificado para Dios, y quemaba incienso ante él, lo hacía tres veces
por año.
Así puedes ver que cuando el ser humano obedece las
enseñanzas de Dios y está apegado a su
Palabra, desarrollará una voluntad y conciencia firme de manera que sus
decisiones harán que todo le salga bien y honre a Dios.
Con Alta Estima,
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