Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría y el hombre que
consigue discernimiento, porque el tenerla como ganancia es mejor que tener la
plata como ganancia; y el tenerla como producto, que el oro mismo. Es más
preciosa que los corales, y todos tus otros deleites no pueden ser igualados a
ella. Largura de días está en su diestra, en su siniestra hay riquezas y
gloria. Sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus veredas son paz.
Es árbol de vida a los que se asen de ella, y los que la mantienen firmemente
asida han de ser llamados felices. Salomón.
Sabes, la persona sabia es aquélla que tiene un conocimiento
experto sobre el significado de la vida, lo que verdaderamente importa, el conocimiento de sí misma, la capacidad para
afrontar y superar experiencias difíciles, obstáculos y situaciones dolorosas, conoce sus debilidades y fortalezas, se
comportan de un modo consistente con sus estándares y valores, es decir, se
comporta de manera ética, reconoce cuando se equivoca y lo acepta.
Asimismo, la persona sabia no es la que nunca ha tenido
problemas emocionales, sino es la forma como responde a dichos problemas, la
que tiene paz con sus propias decisiones y situaciones en las que tenga que decidir que puede
cambiar.
Así pues, Salomón amaba a Dios y seguía las instrucciones
que le había dado su padre, David, sin embargo, ofrecía sacrificios y quemaba
incienso en los pequeños santuarios. El santuario más importante de todos estos
estaba en Gabaón, un día, el rey fue allá y ofreció muchos sacrificios. Esa
noche, Salomón la pasó en Gabaón, mientras dormía, Dios se le apareció en un
sueño y le dijo, Pídeme lo que quieras, yo te lo daré, Salomón contestó, Dios
mío, tú amaste mucho a mi padre David, y fuiste muy bueno con él, porque él te
sirvió fielmente, fue un buen rey y te obedeció en todo. Además, permitiste que
yo, que soy su hijo, reine ahora en su lugar, pero yo soy muy joven, y no sé
que hacer. Y ahora tengo que dirigir a tu pueblo, que es tan grande y numeroso.
Dame sabiduría, para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal, sin tu
ayuda yo no podría gobernarlo.
A Dios le gustó que Salomón le pidiera esto, y le dijo, Como
me pediste sabiduría para saber lo que es bueno, en lugar de pedirme una vida
larga, riquezas, o la muerte de tus enemigos, voy a darte sabiduría e
inteligencia. Serás más sabio que todos los que han vivido antes o vivan
después de ti. Pero además te daré riquezas y mucha fama, aunque no hayas
pedido eso. Mientras vivas , no habrá otro rey tan rico ni tan famoso como tú,
y si me obedeces en todo como lo hizo tu padre, vivirás muchos años.
Cuando Salomón se despertó, se dio cuenta que había estado
soñando, después fue a Jerusalén y de pie, ante el cofre del pacto de Dios,
presentó sacrificios y ofrendas de paz, cuando terminó hizo una fiesta para
todos sus asistentes y consejeros.
Poco tiempo después, dos prostitutas fueron a ver al rey,
una de ellas le dijo, Majestad, nosotras dos vivimos en la misma casa, yo tuve
un hijo, y tres días después también esta mujer tuvo el suyo, sólo nosotras dos
estábamos en la casa. Una noche, el bebé de esta mujer murió porque ella lo
aplastó mientras dormía, a media noche se despertó, y al ver que su hijo estaba
muerto, lo cambió por el mío. A la mañana, cuando desperté y quise darle leche
a mi hijo, me di cuenta de que el bebé estaba muerto, pero cuando ya hubo más
luz en la habitación, descubrí que no era mi hijo.
Entonces Salomón
dijo, una de ustedes dice, mi hijo está vivo y el tuyo muerto, y la otra
contesta, no, el niño muerto es el tuyo y el mío es el que está vivo. Salomón
se dirigió a sus ayudantes y les pidió que trajeran una espada, cuando se la
llevaron, Salomón ordenó, corten al niño vivo en dos mitades, y denle una mitad
a cada mujer, entonces la verdadera madre, llena de angustia, gritó, ¡Por
favor, Su Majestad! ¡No maten al niño! Prefiero que se lo den a la otra mujer,
pero la otra mujer dijo, ¡Ni para ti ni para mí! ¡Que lo partan en dos!,
entonces el rey ordenó, no maten al niño, entréguenlo a la que no quiere que lo
maten, ella es su verdadera madre. Todo el pueblo de Israel escuchó como el rey
había solucionado este problema, así Salomón se ganó el respeto del pueblo,
porque ellos se dieron cuenta de que Dios le había dado sabiduría para ser un
buen rey.
Salomón tenía doce gobernadores en todo Israel, cada mes,
uno de ellos tenía que proveer alimentos y todo lo necesario para el rey y su
familia. Los habitantes de Israel y Judá eran tantos como la arena del mar, que
no se puede contar, tenían comida y bebida de sobra y eran muy felices. Salomón
dominaba todos los reinos que había entre el río Eufrates y el país de los
filisteos, hasta la frontera con Egipto. El reino de Salómón era muy grande,
abarcaba toda la región al oeste del río Eufrates, desde Tifsah hasta Gaza,
esos reinos le pagaban impuestos a Salomón y lo sirvieron toda su vida. Fue así
como Salomón dominó a todos los reyes de esta región, y logró la paz en todo el
territorio de alrededor.
Dios le dio a Salomón sabiduría, inteligencia y gran
capacidad para comprenderlo todo, fue más sabio que todos los sabios de
Mesopotamia y Egipto, escribió tres mil proverbios y mil cinco poemas, habló
acerca de los árboles, desde el cedro que crece en el Líbano hasta la hierba
que crece en las paredes, también habló acerca de los animales, los pájaros,
los reptiles y los peces, de todos los países de la tierra venían a escuchar lo
sabio que era Salomón. El rey Salomón
era más sabio y más rico que todos los reyes de esa región, Todo el mundo
quería verlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado, así que cada año
le llevaban regalos de oro y plata, ropas, perfumes, caballos y mulas.
Por lo que puedes ver la persona que es sabia tiene gran
capacidad para comprenderlo todo, por lo que sería bueno que cada persona esté
apegada a la Palabra de Dios de modo que pueda adquirir conocimiento y entendimiento
para discernir lo bueno de lo malo, resolver problemas, evitar o impedir
peligros, alcanzar metas, ayudar a otros a hacer lo mismo.
Con Alta Estima,
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